REDUCCIÓN DEL CONSUMO DE ENERGÍA EN UNA VIVIENDA DESDE SU FASE DE DISEÑO.


Hay que ser consciente que cualquier persona que quiera hacerse una vivienda puede reducir su consumo energético desde la fase de diseño sin que su presupuesto aumente excesivamente, evidentemente cuanto más presupuesto se tenga mayores serán los ahorros, ya que se podrán utilizar sistemas de climatización más eficientes o inclusos instalaciones suministradas por energías renovables, sistemas ambos que inevitablemente encarecen la construcción de una vivienda. Pero también con presupuestos ajustados, se puede conseguir viviendas suficientemente eficientes a las que con el tiempo se les pueden ir añadiendo otros elementos que aumenten el ahorro de energía.

Para demostrar esto, voy a utilizar como ejemplo el estudio de mejora de la eficiencia energética realizado al proyecto de una vivienda unifamiliar aislada, en una parcela que se encuentra en una localidad del sureste de España. Esta vivienda cuenta con tres dormitorios, un salón con cocina, un cuarto de baño y un aseo, quedando una vivienda de unos 100 m2. La parcela donde se encuentra la vivienda es lo suficientemente grande como para que ésta se oriente de cualquier manera, pero su orientación según proyecto termina siendo la que marca la ordenación urbana, sin que se haya realizado un estudio adecuado de las estancias de la vivienda con respecto a la orientación y al clima del lugar. Por otro lado, los materiales y los sistemas constructivos utilizados para la ejecución de la envolvente térmica (Cerramientos, huecos, cubiertas, suelos) han sido elegidos únicamente con dos criterios, ser los más económicos y cumplir ajustadamente con la actual legislación en materia de edificación (Código técnico de la edificación). De este modo, los huecos están formados por una carpintería de aluminio sin rotura de puente térmico y con un doble acristalamiento, el aislamiento térmico utilizado es el justo para cumplir la legislación, quedando los elementos estructurales de la vivienda sin aislar.

Por otro lado, el equipo de climatización que se decide poner en las habitaciones y salón, también con un criterio meramente económico, es un multisplit con bomba de calor, con un etiquetado energético para frío de la clase B y para calor de la clase C, mientras que en los cuartos de baño se colocan unos radiadores eléctricos de infrarrojos para pared de 1.200 W. En cuanto al suministro de agua caliente sanitaria (ACS), la vivienda cuenta con un captador solar, ya que así lo pide la actual normativa, y como fuente de apoyo un termo eléctrico de 100 litros.

Pues bien, modificando todos estos elementos y con un aumento del presupuesto de ejecución por debajo del 10%, se pueden reducir el consumo de energía de esta vivienda, con estas características iniciales, más de un 50%, teniendo en cuenta únicamente los consumos de los equipos de climatización y ACS, es decir sin contar los aparatos de uso doméstico y los sistemas de iluminación.

Estas modificaciones consisten fundamentalmente en adecuar la orientación de la vivienda a las condiciones climáticas de la zona y la ubicación de los recintos más habitados de la vivienda a esa orientación, por cierto esta modificación no supone un costo adicional al proyecto. Se ha modificado la carpintería de las ventanas a una cuyo aislamiento sea mayor, por ejemplo el PVC, el acristalamiento pasa a ser bajo emisivo aumentando el espesor de la cámara de aire y se han colocado elementos móviles para proteger estos huecos de los rayos solares durante el verano (por ejemplo toldos).

Modificación de la Orientación de la Vivienda.
Fuente: Elaboración Propia

En cuanto al aislamiento se ha aumentado y mejorado sus características y se ha reducido el efecto que provocan los puentes térmicos, colocándole aislamiento a los elementos estructurales de la vivienda (pilares y cantos del forjado), además se han utilizado bovedillas de poliestireno expandido en los forjados.

Por lo que respecta a los sistemas de climatización, se siguen manteniendo los radiadores eléctricos en los baños pero el equipo de aire acondicionado se cambia a uno de clase A, tanto para frío como para calor y el sistema de apoyo para el suministro de ACS se cambia a una caldera de gas licuado del petróleo (GLP), en este caso gas butano.

Como se puede observar estas modificaciones no suponen un aumento considerable en el presupuesto, pero si en el consumo de energía, que si lo sumamos al que se puede conseguir utilizando electrodomésticos y sistemas de iluminación más eficientes puede llegar a reducir la factura energética de una forma considerable. Por ello es muy importante ser consciente del ahorro energético que puedes conseguir, teniendo en cuenta desde el inicio del proyecto de tu hogar criterios que aumenten la eficiencia energética.

Las personas que compren o encarguen el proyecto de una vivienda tienen que conocer que no solo utilizando energías renovables o utilizando sistemas de climatización más eficientes se puede conseguir ahorrar energía, también utilizando elementos constructivos adecuados y sobre todo mejorando la calidad constructiva de los edificios que ejecutamos se pueden conseguir grandes ahorros. 

Si conforme pasa el tiempo, los vehículos que se hacen son más eficientes y consumen menos combustible, no sería lógico que también pase esto con las viviendas y edificios que construimos.

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